lunes, 1 de marzo de 2010



PUENTE CALICANTO DE QUIQUIJANA

Por: Augusto Caña Mamani

¡Ah, puente calicanto de Quiquijana!
Colosal atalaya del granito cincelado,
Bajo tus pies brama el Gran Willcamayo.
¡OH, caudal soberano de aristas azuladas!
Que raudo corre los caminos del tiempo,
Su resplandor luminaria matiza el valle,
Mixtura de colores que engalana los ojos,
Eres sueño vértice de cinco generaciones.

¡Ah, puente centenario de calicanto!
Desde 1848 coronaste las 112 primaveras;
Sobre el plexo pétreo de tus barandales,
Los hombres y mujeres cobrizos de ayer,
Bajo danza furtiva y canciones líricas,
Ya convocaron el mito fugaz de las ánimas:
Ese verso lejano de romances sepultadas.

¡Oh, Puente añorado de viejas tradiciones!
Una noche de tragedia y agonía de 1960,
La furia del río desplomo tu gloria;
Desde entonces eres llanto Quiquijaneño:
El willcamayo está congojado por ti
El “Fraylicancha” llora todas las noches,
El “Apu Kuriorcco” te clama todos los días.

Tu mística es canto melódico del tiempo:
Tú eres dulce apotegma del romance:
“Quiquijana chacapatapi suyawankiman karan,
Munaspa manamunaspa apakuquiman karan”
¡OH, puente de Castilla, hijo Republicano,
Tú nunca serás sepultura del olvido:
¡Eres siempre recuerdo indeleble de ayer!

Quiquijana, enero de 1990. Cusco – Perú

1 comentario:

  1. Escribir sobre la historia del QUIQUIJANA LLACTA, es un reto apostolario; lo mismo, para profundizar las investigaciones sobre los muchos acontecimientos históricos, evidentemente será la tarea de redescubrir enigmas enraizadas en su vasta geografía de este legendario pueblo. Así, con dedicación, voluntad, sacrificio y con espíritu indoblegable: Hoy vamos a disipar las nubes grises que cubre la antorcha de su historia, pero este siempre arde ponderante sobre el peldaño de siglos.

    En suma, ha llegado el momento de exponer de su expresión cultural, difusión artística y la vigencia de su Identidad regional comunitaria que, hoy lamentablemente se encuentra bajo el manto de la indiferencia por culpa de sus desmerecidos hijos. Sin embargo, sin caer en el pesimismo, desde la perfectiva comunitaria del GRAN AYLLU, este grito de reivindicación literal sale del pensamiento silencioso de un labriego comunero, quien plasma este pequeño aporte con su mano de torvo pastor del gran HATUN AYLLU DE PATAQQUEHUAR.

    Como poder olvidar de quien ayer no muy lejano, durante mi juventud, en las entrañas de este grandioso pueblo, acumulé ideas renovantes, comí el pan cotidiano de la sabiduría y sacié mi sed con las aguas cristalinas del caudaloso WILLCAMAYO. Ahora vuelvo sobre las alas de tiempos renovados para cumplir con la sagrada tarea de engrandecer su apoteósico nombre y decir apecho abierto, la celebridad del tiempo otrora; que es mensaje oral de las tradiciones: “Quiquijana chakapatapi suyawanquiman karan, munaspa mana munaspa apakuquiman karan”.

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